Osteoartritis de la articulación de la rodilla (gonartrosis)

La osteoartritis de la articulación de la rodilla es una de las enfermedades más comunes del sistema musculoesquelético y, lamentablemente, la causa más común de pérdida de movilidad, discapacidad y, en ocasiones, discapacidad. Con la osteoartritis, el cartílago que recubre la superficie articular se ve afectado de forma irreversible, provocando que se detenga el correcto funcionamiento de la articulación y provoque dolor.

Oficialmente la enfermedad se llama "artrosis deformante"; otro nombre es gonartrosis (del griego antiguo "goni" - rodilla). Las articulaciones de la rodilla son las articulaciones más grandes del cuerpo humano y las que se ven más comúnmente afectadas por la osteoartritis. Con mucha menos frecuencia, la enfermedad afecta las articulaciones de la cadera y el tobillo.

¿Cómo se manifiesta la gonartrosis?

El cartílago normalmente sano es elástico y liso, cubriendo completamente las zonas móviles del hueso y permitiéndoles deslizarse. El cartílago también reduce la tensión que reciben los huesos al caminar o hacer ejercicio.

Osteoartritis de la articulación de la rodilla.

Cuando se destruye el cartílago (así es como se produce la artrosis), la capa superior de este tejido elástico se vuelve más delgada. A veces, el cartílago se delamina, aparecen desgarros; así es como la articulación pierde su principal "amortiguador" y "cojinete". Los huesos comienzan a frotarse entre sí, la articulación se hincha, poco a poco pierde su aspecto normal y aparece el dolor.

Causas de gonartrosis y factores de riesgo.

La artrosis deformante es más común en mujeres mayores y con sobrepeso, pero esto no significa que las personas jóvenes y físicamente activas no padezcan esta patología. A veces, el desarrollo de la enfermedad es provocado por un trabajo físico intenso o un estrés excesivo en el gimnasio.

Aquí hay una lista que está lejos de ser completa de las causas de la artrosis de la articulación de la rodilla:

  • lesiones deportivas: desgarros, fracturas y dislocaciones de meniscos;
  • procesos inflamatorios en las articulaciones y enfermedades concomitantes;
  • trastornos metabólicos: algunas enfermedades conducen a la formación de depósitos intraarticulares;
  • estrés excesivo en la articulación, incluido estar de pie durante mucho tiempo o trabajo físico asociado con levantar objetos pesados;
  • Carga desigual en las articulaciones debido a la curvatura de las piernas: la artrosis ocurre más rápido en áreas sobrecargadas.

Mucho depende de los genes: una persona puede tener una predisposición hereditaria a la artrosis de las articulaciones de la rodilla. En estas personas, el gen responsable del desarrollo y la estabilidad del tejido cartilaginoso está alterado.

Hay varios factores que aumentan el riesgo de gonartrosis:

  • aumento del peso corporal. Debido a la creciente carga sobre la articulación, el tejido cartilaginoso se desgasta más rápido;
  • mayores de 40 años. La mayoría de las personas de esta edad tienen una actividad física reducida. Debido a la inactividad física, los músculos se atrofian, el tejido muscular débil no nutre adecuadamente las articulaciones y aumenta el riesgo de daño al cartílago.

Síntomas de la osteoartritis

La osteoartritis de la articulación de la rodilla no es una enfermedad que pueda aparecer repentinamente. Se da a conocer con mucha antelación: todo empieza con un ligero dolor en la rodilla al caminar. El dolor puede aumentar si hay que subir o bajar escaleras. Como regla general, la rodilla duele al comienzo del movimiento, luego el dolor desaparece y regresa con una carga prolongada en la articulación.

Si ignora estos síntomas y no consulta a un médico al respecto, la enfermedad comenzará a progresar. Entonces el dolor cambiará de temporal a continuo, la rodilla empezará a doler más incluso en reposo y se hinchará. A medida que el cartílago se deteriora, la movilidad de toda la articulación se verá limitada.

Algunas personas notan que su rodilla "reacciona" a los cambios climáticos. Esto realmente sucede: las terminaciones nerviosas de la cápsula articular son sensibles a los cambios de presión atmosférica.

Los siguientes síntomas son característicos de la gonartrosis:

  • dolor de rodilla al moverse y caminar;
  • rigidez matutina de la articulación de la rodilla, cuando el rango de movimiento es mínimo;
  • hinchazón de rodillas;
  • Sonido seco y áspero al moverse: este sonido se produce debido al rozamiento de las superficies articulares.

A medida que avanza la enfermedad, los síntomas cambiarán:

  • el dolor te molestará incluso en reposo;
  • la articulación se deforma y pierde sus funciones;
  • Debido a la deformación de la rodilla, la marcha cambiará.

Grados de gonartrosis

Hay 3 etapas de desarrollo de la artrosis de la articulación de la rodilla.

1er grado enfermedad - casi asintomática. Comienza con las primeras manifestaciones de la enfermedad (casi indoloras, por ejemplo, fatiga en las piernas) y dura hasta que aparecen las primeras deformidades óseas. Si la rodilla ha cambiado de forma debido a la sinovitis, es decir, debido a la acumulación de líquido en la articulación, pero el cartílago intraarticular no está dañado, la enfermedad aún se encuentra en la etapa 1.

Ejercicios de simulador para el tratamiento de la gonartrosis.

2do grado caracterizado por cambios progresivos en el tejido óseo. Externamente, la rodilla puede aparecer como en la etapa 1: deformada y agrandada. El dolor aumenta: además del dolor entrante que se produce durante el movimiento, se añade crepitación (crujidos) en la rodilla afectada. La articulación se vuelve menos móvil, resulta difícil ponerse en cuclillas y caminar sobre superficies irregulares.

3er grado el grado de gonartrosis es el más doloroso. En esta etapa casi no queda tejido cartilaginoso y, si la enfermedad es grave, los huesos pueden crecer juntos. Posteriormente la articulación queda completamente inmovilizada y la persona debe moverse únicamente con ayuda de una muleta o un bastón. Por lo general, en este momento los médicos dan un veredicto sobre la endoprótesis de la articulación dañada.

Importante: solo un médico puede determinar el grado exacto de desarrollo de la enfermedad. En ocasiones, con síntomas leves, la enfermedad afecta gravemente la membrana cartilaginosa, por lo que para un diagnóstico certero se suelen realizar estudios adicionales:

  • radiografía: para ver si las superficies cartilaginosas están deformadas y en qué condiciones se encuentra el espacio articular;
  • CT o MRI: para estudios más detallados.

¿Cómo se diagnostica y trata la gonartrosis?

Lo primero que hay que recordar es que el diagnóstico oportuno y el tratamiento temprano ayudarán a detener la enfermedad desde el principio. Por tanto, la aparición de las primeras molestias en la articulación de la rodilla es un buen motivo para visitar al médico y someterse a un reconocimiento.

El diagnóstico de artrosis se basa no sólo en el historial médico, las molestias y el estado actual de la articulación de la rodilla. Los resultados de estudios adicionales también juegan un papel importante: a menudo se prescriben para aclarar el estadio de la gonartrosis y la gravedad de la enfermedad.

Para diagnosticar con precisión la artrosis de la articulación de la rodilla, los médicos suelen recetar:

  • radiografía. Si han comenzado procesos patológicos en la rodilla (por ejemplo, han aparecido depósitos de cristales de calcio o tumores óseos en la cápsula articular), estos cambios serán visibles en las fotografías. Los médicos prescriben muy a menudo pruebas de rayos X, pero sin un examen exhaustivo de la articulación de la rodilla, su movilidad y el estado de los músculos que la sostienen, la imagen es incompleta;
  • Ultrasonido: se puede utilizar para evaluar el estado de los tejidos blandos que rodean y recubren la articulación. La ecografía complementa los resultados de las radiografías para que el médico pueda ver cambios no sólo en las estructuras óseas, sino también en los tejidos;
  • MRI - imágenes por resonancia magnética. En caso de dolor de rodilla, se prescribe una resonancia magnética si el médico sospecha daño en el menisco, ligamentos o tendones;
  • La artroscopia es un examen invasivo en el que se examina la cavidad articular desde el interior mediante una cámara. Las cámaras se insertan a través de pequeñas incisiones en la piel; A través de estas mismas incisiones, los médicos pueden realizar pequeñas manipulaciones, por ejemplo, extraer un trozo de cartílago destruido, suavizar parcialmente las irregularidades del tejido cartilaginoso, etc.

El tratamiento de la artrosis se suele realizar con fármacos, intentando en primer lugar aliviar el dolor, mejorar la movilidad de las articulaciones y restaurar la capacidad de movimiento. La osteoartritis provoca cambios irreversibles en el tejido del cartílago, por lo que es imposible hablar de una cura completa. Pero es posible detener la progresión de la enfermedad y así frenar una mayor destrucción de tejido.

Así es como se ve el tratamiento estándar para la gonartrosis:

  • remedios locales: emplastos, cremas, ungüentos y geles;
  • analgésicos;
  • Medicamentos antiinflamatorios, especialmente no esteroides. Su uso se considera el “estándar de oro” de la medicina, pero estos fármacos destruyen la mucosa gástrica;
  • bloqueos y condroprotectores: medicamentos cuyo efecto aparece solo después de un uso prolongado;
  • raramente: tratamiento fisioterapéutico y sanatorio.

Se recomienda usar rodilleras ortopédicas para sostener la articulación y reducir el dolor. Pero todos los métodos enumerados anteriormente son métodos de influencia pasiva sobre el funcionamiento de la articulación.

Este tratamiento alivia sólo algunos síntomas: neutraliza el dolor, inhibe los procesos inflamatorios, etc. La enfermedad en sí continúa progresando, destruyendo gradualmente la articulación. En las etapas finales de la osteoartritis, una persona pierde no solo la capacidad de trabajar, sino también la capacidad de moverse. En estos casos es necesario realizar una prótesis de la articulación, es decir, insertar una estructura artificial en la rodilla. Esta cirugía no pasa desapercibida e impone sus propias limitaciones y, por tanto, reduce la calidad de vida.

Los métodos de influencia activa en la articulación tienen un efecto completamente diferente cuando, utilizando los propios recursos del cuerpo, se restablece el tono de los músculos que suministran sangre y nutrientes a la articulación. Este tratamiento es más eficaz si se lleva a cabo bajo la supervisión de médicos cualificados y con experiencia.

Tratamiento de la gonartrosis con kinesiterapia.

La kinesiterapia, es decir, la terapia de movimiento, activa las fuerzas propias del cuerpo. La carga correctamente seleccionada le permite trabajar eficazmente con los músculos necesarios y, fortaleciendo el corsé muscular, mejorar el estado de las articulaciones y los cartílagos.

El tratamiento con kinesiterapia comienza con un examen minucioso y, necesariamente, una prueba miofascial. Un kinesiterapeuta examina el estado de una rodilla dolorosa, analiza el estado del tejido muscular, tendones y ligamentos. Teniendo en cuenta los datos de ecografía, tomografía computarizada, resonancia magnética y radiografía, se determina el grado de gonartrosis y se elabora un programa de ejercicios terapéuticos.

Las clases se llevan a cabo en un simulador multifuncional, un simulador propio con un diseño especial. Los ejercicios se realizan de tal manera que se evita una tensión excesiva en la articulación y se trabaja solo aquellos músculos que necesitan fortalecerse y desarrollarse. En las etapas iniciales, a los pacientes se les prescribe gimnasia conjunta en el suelo: consiste en ejercicios sobre una colchoneta sin pesas.

El efecto terapéutico de la kinesiterapia está garantizado por la restauración de la microcirculación sanguínea y la mejora del drenaje linfático. El cartílago recibe más nutrición, el desarrollo de la artrosis se ralentiza hasta detenerse por completo y la biomecánica de la articulación se restablece por completo.

No se puede ignorar una enfermedad tan grave como la artrosis de las articulaciones de la rodilla. La mejor forma de prevenirlo es llevar un estilo de vida saludable: dieta equilibrada, actividad física. Pero si los problemas con las articulaciones ya han comenzado, no debe esperar a que aparezcan señales de advertencia graves: ante los primeros síntomas debe buscar ayuda de médicos calificados.